Ámsterdam es mucho más que la capital de Holanda. Esta pequeña ciudad del norte de Europa, considerada por muchos como la Venecia del Norte por sus canales y puentes, es un pequeño tesoro que merece ser visitado. Un destino moderno y cosmopolita, con el tamaño ideal para recorrerla a pie o en bicicleta, Ámsterdam sorprende al turista con sus bellísimas casas sobre los canales, sus museos de renombre internacional, sus iglesias y un patrimonio cultural, histórico y arquitectónico envidiable. Ámsterdam es una de esas ciudades de las que el viajero se enamora y a las que nunca quiere dejar.
¡Ámsterdam debe ser incluida en cualquier plan de viaje por el norte de Europa! Pequeña y fascinante, es una ciudad donde lo antiguo y lo nuevo se equilibran a la perfección.
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El Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol es la puerta de entrada a Ámsterdam, al resto de Holanda y, para algunos viajeros, el punto de llegada a su viaje por Europa. Es un edificio moderno, con cientos de tiendas comerciales, bancos, cajeros automáticos, confiterías y restaurantes. Llegan a él vuelos internacionales provenientes del resto del mundo. Posee además servicio de wifi gratis.
Las principales líneas aéreas que llegan al aeropuerto Ámsterdam-Schiphol son: KLM, Royal Jordanian y Korean Air.
El aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol está ubicado a 9 kilómetros al SO de la ciudad.
Llegar desde el aeropuerto de Schiphol al centro de la ciudad es cómodo y sencillo, ya que el viajero cuenta con un montón de atractivas opciones. Hay un extenso sistema de autobuses directos. Por ejemplo, la línea 197 llega hasta el RijksMuseum. El aeropuerto posee un servicio llamado Schiphol Hotel Shuttle que lo llevará directamente a su hotel. Otra alternativa es el tren. El servicio NS lo acercará al centro de Ámsterdam, mientras que el servicio interurbano lo llevará en minutos a distintas localidades de Holanda. También es posible solicitar un taxi.