Viajar de Bahía Blanca a Corrientes te permitirá conectar con la esencia misma del nordeste argentino. Corrientes, ubicada entre los ríos Uruguay y Paraná, ofrece una rica combinación de cultura, historia y naturaleza que cautiva a los viajeros. Su historia colonial se respira en sus calles, mientras que sus paisajes naturales, ideales para actividades al aire libre, invitan a la exploración. El chamamé, género musical declarado Patrimonio Cultural, añade un toque de ritmo y alegría a la experiencia. La ciudad de Corrientes, en sí misma, ofrece una vibrante vida urbana con una arquitectura colonial, paseos fluviales y una gastronomía regional que deleita al paladar. Encontrarás sitios históricos, museos que narran la historia de la provincia y eventos culturales que te transportarán a otras épocas. Para una experiencia inmersiva, no dejes de visitar el anfiteatro Cocomarola, un icono de la ciudad, o los vibrantes murales que decoran sus calles. La duración promedio de un vuelo directo es de aproximadamente 1 hora y 30 minutos, aunque este tiempo puede variar dependiendo de las condiciones climáticas y el tipo de aeronave. Aerolíneas Argentinas y LATAM son dos de las aerolíneas más importantes que ofrecen vuelos frecuentes, aunque la posibilidad de vuelos directos depende del momento del año y de la demanda. Si no hay vuelos directos, una opción podría ser realizar una escala en Buenos Aires o en alguna otra ciudad importante de Argentina, lo que incrementaría el tiempo total de viaje. Los meses de mayo a septiembre suelen ser los más económicos para reservar vuelos, ya que corresponden a la temporada baja. Se recomienda reservar el vuelo con anticipación, al menos con 2 meses de anticipación, para acceder a mejores precios. La temporada alta turística en Corrientes se da durante el verano austral (diciembre a marzo), debido al clima cálido, mientras que la temporada baja es durante el invierno austral (junio a agosto), ideal para aquellos que buscan tranquilidad y precios más económicos. Es clave tener en cuenta el calendario de eventos locales, como la Fiesta Nacional del Chamamé, que puede influir en la cantidad de turistas y en el precio de los vuelos.