Bakú, la capital de Azerbaiyán, es una ciudad cautivadora que combina una rica historia con una arquitectura moderna impresionante. Su ubicación en la costa del mar Caspio, junto con su vibrante cultura y su patrimonio histórico, la convierten en un destino fascinante para los viajeros. Podrás explorar la Ciudad Vieja amurallada (Icheri Sheher), declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con sus imponentes murallas, palacios históricos y la emblemática Torre de la Doncella. Las modernas Flame Towers, que se elevan hacia el cielo, ofrecen unas vistas panorámicas de la ciudad. El paisaje natural circundante, incluyendo las montañas del Cáucaso, ofrece también oportunidades de senderismo y exploración. Además, la ciudad te ofrece una mezcla única de influencias culturales persas, rusas y turcas, lo que se refleja en su cocina, su música y su arte.
En cuanto a los vuelos, la duración media de un vuelo directo Madrid-Bakú es de aproximadamente 5 horas. Sin embargo, este tiempo puede verse afectado por factores como las condiciones meteorológicas y las posibles demoras en el aeropuerto. Algunas aerolíneas importantes que ofrecen vuelos directos incluyen Azerbaijan Airlines y Turkish Airlines, aunque la frecuencia de los vuelos varía según la época del año. Puede que encuentres entre una y dos frecuencias diarias. Si no encontrás vuelos directos, existen varias rutas con escalas en ciudades como París, Estambul o Dubái, lo que aumenta el tiempo de viaje considerablemente.
Los meses más económicos para volar son generalmente noviembre y diciembre, fuera de temporada alta turística. Para conseguir las mejores ofertas, se recomienda reservar con antelación, idealmente entre dos y tres meses antes de la fecha de viaje. Ten en cuenta que los precios de los billetes de avión suelen ser más altos durante los meses de verano (junio a agosto) y en periodos festivos, debido a la alta demanda.
Bakú es un destino turístico popular durante los meses de primavera y otoño, cuando el clima es más suave y agradable. La temporada alta turística coincide con el verano, de abril a octubre, mientras que los meses de invierno (diciembre a febrero) son generalmente más tranquilos y ofrecen precios más económicos para vuelos y alojamiento. Además, existen muchos eventos y festividades locales a lo largo del año que pueden aumentar la demanda turística.