Nueva York, un crisol de culturas, historia y naturaleza, cautiva a viajeros de todo el mundo. Sus icónicos monumentos, su rico patrimonio, sus paisajes y sus vibrantes experiencias locales la convierten en un destino ineludible. El viaje desde Ámsterdam es relativamente sencillo, con varias opciones para encontrar la mejor oferta.
La duración promedio de un vuelo directo es de aproximadamente 7 horas, aunque esto puede variar según las condiciones climáticas y el tipo de avión. Varias aerolíneas importantes ofrecen vuelos directos con una frecuencia diaria o semanal, como Delta y KLM. Si no encontrás vuelos directos, podés considerar rutas alternativas con escalas en ciudades como París, Madrid o Londres, lo que, por supuesto, incrementará el tiempo total de viaje.
Para conseguir los pasajes más baratos, te recomendamos volar durante los meses de enero y febrero, que son temporada baja. La mejor época para reservar es con entre 3 y 6 meses de anticipación, para aprovechar las mejores ofertas. Tené en cuenta que los precios de los pasajes aéreos tienden a ser más altos durante la temporada alta, que comprende los meses de junio a agosto y noviembre a diciembre, debido al gran aumento de turistas en esos meses. Los meses con menos afluencia de turistas son enero, febrero, marzo y abril, siendo los ideales para los viajeros con presupuestos limitados.
La ciudad suele estar más concurrida durante el verano, en especial en junio, julio y agosto, y en los periodos de fiestas y eventos especiales. En cambio, los meses de invierno (excepto durante la temporada navideña) suelen ser más tranquilos, lo que permite una experiencia más relajada. En definitiva, al planificar tu viaje, considerá la mejor combinación entre precio, disponibilidad de vuelos y el nivel de turismo que deseás encontrar.