Moscú, una ciudad cautivadora que combina historia, cultura y belleza natural, atrae a viajeros de todo el mundo. Sus icónicos monumentos, su rica herencia y sus vibrantes experiencias locales la convierten en un destino inolvidable. Para llegar desde Nueva York, varias opciones te permitirán encontrar el vuelo más conveniente.
La duración promedio de un vuelo directo es de aproximadamente 9 horas, aunque puede variar según las condiciones climáticas y otros factores. Aeroflot y Delta son dos aerolíneas importantes que ofrecen vuelos directos con una frecuencia diaria o semanal, aunque hay que tener en cuenta la posibilidad de encontrar otros vuelos baratos con escalas.
Si no encontrás vuelos directos, podés considerar rutas alternativas con escalas en ciudades como París, Londres o Ámsterdam, lo que puede incrementar el tiempo de viaje. Los meses más económicos para volar suelen ser noviembre y diciembre, y reservar con anticipación, al menos 2 o 3 meses antes del viaje, suele ofrecerte las mejores ofertas.
La temporada alta en Moscú se extiende desde junio hasta agosto, coincidiendo con el clima más cálido y el mayor flujo turístico, lo que aumenta la demanda y, por ende, los precios de los pasajes. En cambio, la temporada baja, con precios más bajos, generalmente abarca los meses de noviembre a marzo. Aprovechá las temporadas bajas para conseguir vuelos baratos y disfrutar de una experiencia más tranquila.