Múnich, la capital de Baviera, es una ciudad fascinante que combina historia, cultura y naturaleza. Su arquitectura imponente, sus museos de renombre mundial y sus cervecerías tradicionales atraen a millones de turistas cada año. Desde el majestuoso Deutsches Museum hasta los encantadores jardines del Englischer Garten, hay algo para todos. La ciudad ofrece una gran variedad de experiencias, desde la visita a castillos medievales hasta la exploración de la vibrante vida nocturna. El Oktoberfest, la famosa celebración bávara, es otro gran atractivo, aunque implica mayor afluencia de visitantes y precios más altos.
Un vuelo directo de Frankfurt a Múnich dura aproximadamente una hora. El tiempo de vuelo puede variar ligeramente según las condiciones meteorológicas y el tipo de aeronave. Lufthansa y Eurowings son dos aerolíneas importantes que ofrecen vuelos frecuentes entre estas ciudades. Encontrarás vuelos directos varias veces al día, todos los días de la semana. No se suelen necesitar escalas para este trayecto. Si bien no existen rutas alternativas directas, podrías considerar conexiones a través de ciudades como París o Ámsterdam, pero eso aumentaría considerablemente el tiempo total de viaje. Para obtener las mejores ofertas, los meses de enero, febrero y noviembre suelen ser los más económicos para volar. Para obtener los precios más convenientes, se recomienda reservar con anticipación, idealmente entre dos y tres meses antes del viaje. Los meses de verano (junio-agosto) y los períodos festivos como Navidad y Año Nuevo son los más caros y con mayor afluencia de turistas.
Para disfrutar de los precios más bajos y evitar las multitudes de turistas, primavera (marzo-mayo) y otoño (septiembre-noviembre) son las épocas ideales para viajar a Múnich. Durante esos meses, el clima es agradable, hay menos gente y los precios de vuelos y alojamiento suelen ser más asequibles.