Viajar de Esquel a Rosario te permitirá descubrir la rica historia, cultura y belleza natural de Argentina. Rosario, ubicada en la provincia de Santa Fe, se destaca por su arquitectura colonial, su conexión con la figura de Che Guevara y su vibrante vida cultural. Además, la ciudad es un punto de partida ideal para explorar la región, incluyendo sus pintorescos campos y el río Paraná. Encontrarás opciones para todos los gustos: desde museos y galerías de arte hasta parques y espacios verdes ideales para relajarse.
En cuanto a los vuelos, la duración promedio de un vuelo directo es de aproximadamente 1 hora y 30 minutos. Sin embargo, este tiempo puede variar debido a factores como las condiciones climáticas, las rutas aéreas y el tipo de aeronave. Dos aerolíneas importantes que suelen ofrecer vuelos directos son Aerolíneas Argentinas y LATAM, con una frecuencia que varía entre uno y tres vuelos diarios, dependiendo de la época del año.
Si no hay vuelos directos disponibles, es probable que necesites hacer una escala en Buenos Aires, reduciendo el número de vuelos directos disponibles y aumentando el tiempo de viaje a alrededor de 4 o 5 horas, incluyendo el tiempo de espera en el aeropuerto. Te recomendamos que consultes las opciones de vuelos en el sitio web de eDreams para obtener la información más actualizada.
Para conseguir los pasajes más baratos, la mejor estrategia es reservar con anticipación, idealmente entre 2 y 3 meses antes de la fecha de tu viaje. Los meses de invierno (junio-agosto) suelen tener los precios más económicos, mientras que la alta temporada (diciembre-febrero) implica mayor demanda y precios más altos. Tené en cuenta que las tarifas aéreas pueden variar según la demanda y la oferta, por lo que te aconsejamos consultar con frecuencia el sitio de eDreams para encontrar las mejores ofertas.
La temporada alta en Rosario coincide con los meses de verano (diciembre-febrero), cuando el clima es cálido y agradable y se celebran numerosos eventos festivos. En estos meses, la ciudad recibe un mayor flujo de turistas y los precios de alojamiento pueden aumentar. Los meses de otoño y primavera (marzo-mayo y septiembre-noviembre) son ideales para disfrutar de un clima más templado y menos concurrencia turística.