Empezar un viaje desde Barcelona hacia Tallin es adentrarse en una experiencia cultural e histórica fascinante. Tallin, la capital de Estonia, cautiva a los viajeros con su arquitectura medieval excepcionalmente bien preservada, sus encantadoras calles empedradas, y su vibrante ambiente local. El casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una joya arquitectónica que transporta a otra época. Pero no sólo de historia vive Tallin, pues su ubicación costera ofrece impresionantes paisajes naturales, entre ellos, el mar Báltico y la zona costera. Para quienes buscan una experiencia más inmersiva, la ciudad ofrece una amplia variedad de festivales culturales a lo largo del año. El tiempo promedio de vuelo directo es de aproximadamente 3 horas, aunque esto puede variar dependiendo de las condiciones climáticas y la compañía aérea. Algunas de las aerolíneas que ofrecen vuelos directos, aunque con una frecuencia que puede variar según la temporada, son Ryanair y Air Baltic. Sin embargo, muchas veces se requiere una escala, dependiendo de la ruta y la disponibilidad. Si no encontrás un vuelo directo, las ciudades más comunes para realizar una escala son París, Frankfurt o Ámsterdam, lo que puede incrementar el tiempo de viaje. Para conseguir los mejores precios, te recomiendo buscar vuelos en los meses de octubre, noviembre, o enero y comprar los pasajes con anticipación, al menos 60 días antes de la fecha de tu vuelo. En verano, coincidiendo con la temporada alta de turismo, los precios de los vuelos suelen ser más altos que en los meses de menor demanda turística. Los meses de junio, julio y agosto son los más populares para visitar Tallin, debido a su clima agradable y las largas jornadas de luz solar. Sin embargo, durante este período los precios de los vuelos y el alojamiento suelen ser más elevados, y las atracciones turísticas pueden estar muy concurridas.